CREATIVIDAD EN LA EDUCACION/ EDUCAR PARA TRANSFORMAR
Nuestra sociedad está cada vez más necesitada e interesada en desarrollar la creatividad y en tener cada vez más pensadores creativos que ayuden a lograr un mundo mejor. Tomando en cuenta que la creatividad es "algo" que tienen todas las personas en diferente medida, que no es un calificativo fijo y que se puede desarrollar en grados variables, la educación debe estar mas enfocada en lograr cambios positivos en la personas.
Es necesario que se incentive cada vez más en la educación la creatividad, que se sepa aprovechar ese potencial que se tiene y en donde el docente, el facilitador sepa manejar adecuadamente los estímulos que den paso a que la creatividad en los alumnos se manifieste y se de paso a nuevas ideas, capaces de generar nuevos paradigmas que el presente demanda en Pro del aprendizaje, capacitación profesional.
A su vez la creatividad debe tener ciertas características que se menciona a continuación:
La fIuidez se refiere a la capacidad de generar una cantidad considerable de ideas o respuestas a planteamientos establecidos. Es dar respuestas. Es generar muchas ideas diferentes.
La flexibiIidad es formular respuestas que pertenezcan a distintas categorías, es provocar una búsqueda, una visión más amplia o diferente de la que siempre se tuvo.
La originalidad es el aspecto más característico de la creatividad e implica pensar en ideas, que nunca se le habían ocurrido a nadie o visualizar los problemas de manera diferente. La persona pueda encontrar respuestas innovadoras a los problemas.
La elaboración Consiste en añadir elementos o detalles a ideas que ya existen, modificando alguno de sus atributos.
Una producción creativa tiene en su historia de existencia, momentos en los que se pueden identificar las características descriptas, aunque físicamente en el producto sólo se puedan identificar algunas de ellas. Esto significa que la creatividad no es por generación espontánea, existe un camino en la producción creativa que podemos analizar, a partir de revisar las etapas del proceso creativo.
El que hacer cotidiano en el aula no es sencillo y no siempre nos conduce a los logros deseados. En ocasiones, el maestro se ve acosado por la falta de recursos metodológicos, por carencias en la preparación y por la falta de reconocimiento a su misión educativa tanto en el nivel social y cultural como en el económico. Esto plantea una revisión a fondo del estatus del maestro en general, para revalorar su función en la sociedad en todos los sentidos, pues en sus manos se deposita, en buena medida, la responsabilidad y la formación de los hombres del mañana.
Una atmósfera de libertad psicológica y profundo humanismo que se manifieste la creatividad de los alumnos, al menos en el sentido de ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta. Además, enseñarles a no temer el cambio, sino más bien a poder sentirse a gusto y disfrutar con éste.
Un buen docente, plenamente identificado con su responsabilidad, con ética, debe ser un generador de cambio, propiciar los cambios que permitan a todos los involucrados a identificarse con el alcance, beneficio, que el cambio genera, adaptar la enseñanza a las demandas que los escenarios exigen a fin de mantenerlos activo, propiciar todo aquello que beneficie a todos los que en él están involucrado. No se puede ser pasivo, como ha sido la costumbre en nuestras aulas, pocos preactivos, más bien figurativos, debemos darle paso a los cambios y a lo que ello nos puede generar.
Betancourt manifiesta, que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que una educación creativa es una educación desarrolladora y autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos nos llenan de candados psicológicos para ser creativos o para permitir que otros lo sean.
En conclusión, es necesario que los docentes del presente se comprometan más en hacer uso de la creatividad, proporcionando conocimientos y desarrollando habilidades sobre la creatividad y su proyección en la educación; considerando al docente como profesional de la educación creativo e innovado.
Desde la educación, está claro entonces que podemos incentivar, facilitar y hasta enseñar la creatividad. Desde el lugar de docentes tendremos que fomentar la autonomía de un pensamiento que pueda reflexionar y dar respuestas novedosas.
Bienvenido Daniel Zaconeta
Hace 15 años
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